Una vez más mi mujer, como cada año, llegó a casa con muchísima ilusión por enseñar el lote a su familia y muy especialmente a su hijo. Mientras ella y yo “revisábamos” los productos, la imaginación de Izan ya se estaba empleando en la caja y es que el ya no la veía como tal si no que tenía ante si un enorme castillo: Así que podríamos decir que este año hemos recibido el...